“No se puede dar una evaluación positiva, ya que ha dejado mucho qué desear en la parte de organización, trabajo de inteligencia y coordinación; no hay efectividad en el trabajo que han emprendido, además de que se carece de dirección”, sostuvo.
El crecimiento de la incidencia delictiva, deja en evidencia que el trabajo de la Guardia Nacional no es positivo, más cuando, en los primeros cuatro meses del año, se registraron 11 mil 849 víctimas de asesinato y feminicidios en México, más que lo reportado en ese mismo lapso en el 2019, año considerado como el más violento del que se tenga memoria en nuestro país.
Cabe destacar que los crímenes registrados en México, de enero a mayo del presente año, asciende a 15 mil 16 casos, de los que el 70.63 por ciento fueron cometidos con arma de fuego, lo que también representa un incremento en comparación con el 2019.
Recordó que los reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informan que tan sólo 2019 se reportan 34 mil 582 homicidios, lo que representa la cifra más alta en el país.
Humberto González refirió que, con el Gobierno de la Cuarta Transformación, se han incrementado los homicidios dolosos, los feminicidios, la violencia familiar y todos los delitos de orden violento.
“Es evidente la debilidad institucional que tiene nuestro país, para enfrentar la delincuencia, por lo que es urgente una reingeniería y que desde la federación se priorice la paz, lo cual es una gran deuda pendiente”, subrayó.
A un año de la puesta en marcha de esta institución de seguridad, lamentó que no se cumpla con el objetivo y la promesa de garantizar la estabilidad y que, en vez de corregir el camino, se apueste a militarizar la institución.
Recordó que el pasado 11 de mayo se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, el Acuerdo por el que se dispone de la Fuerza Armada permanentemente para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria, con lo que se evidenció nuevamente que la inseguridad ha alcanzado al Gobierno Federal y a las instituciones diseñadas para atenderla.
“En México se tiene una deuda pendiente en materia de seguridad pública, y es apremiante que se busquen las estrategias para garantizar su efectividad”, afirmó.
Finalmente, sostuvo que en materia de seguridad el Gobierno Federal no debe heredar sus problemas y la seguridad en nuestro país, no puede estar sujeta a decisiones improvisadas y menos a mutaciones constantes en las políticas que se instrumentan para garantizarla.