Michoacán Informativo

Sendero Político: Las traiciones panistas

Por José Cruz Delgado.

Morelia Michoacán a 20 de febrero de 2017.-Josefina Vázquez Mota, no olvida aunque perdone. No olvida que Felipe Calderón lo abandonó como candidata presidencial por el PAN en el 2012. La dejó sin recursos y apenas si le llegaron, tarde, los recursos del instituto electoral.

No olvida cómo Calderón y su esposa Margarita le jugaron las contras en ese proceso electoral e incluso en el de selección interna del Partido Acción Nacional, ya que los candidatos de la pareja presidencial eran Ernesto Cordero o, en el peor de los casos, Roberto Gil Zuarth.

Fue precisamente en el proceso interno donde toda la caballada se fue contra Josefina. Felipe, conocedor de las entrañas políticas de los delegados de su partido, el expresidente panista movió sus cartas pero la gran mayoría de los electores internos de ese instituto político, decepcionados por la falta de reciprocidad del mandatario (con puestos en la administración pública) ante un partido disciplinado, determinaron no apoyar a sus candidatos.

Fue así como eligieron, con el riesgo de perder las elecciones, a Josefina, quien violo peor de su carrera política al convertirse en candidata presidencial. Incluso piensa que Calderón fue quien le abrió paso al ahora presidente Enrique Peña Nieto, quien jugó por el PRI.

Ahora, Josefina se perfila a la candidatura azul al gobierno del Estado de México, pero tiene el resquemor de que otra vez sea traicionada por las estructuras de su partido. Ese temor radica en el mismo apoyo de la familia Calderón tiene ahora hacia su candidatura mexiquense.

Sabe que hay fuego amigo. Primero desconfía de la expareja presidencial. Luego de sus contrincantes en esta contienda por la candidatura como son Ulises Ramírez y José Luis Durán Reveles, quienes van con todo, incluso contra el candidato de su partido.

El panorama para el PAN en el Edomex, es nebuloso. El PRI cuenta con un candidato que lleva la unidad de ese partido, Alfredo del Mazo, y una izquierda atomizada y resquebrajada. Esto le da una ligera ventaja, en este momento, al tricolor.

Por cierto, el camino de Josefina Vázquez Mota a la campaña mexiquense no se ve fácil. Con el tiempo encima y muchos platos rotos al interior del PAN, Se registró en un evento con mucha porra y algunos ausentes. La arroparon los aspirantes Juan Carlos Núñez y Laura Rojas, pero no Ulises Ramírez ni José Luis Durán, los que acusan que el CEN, y no la militancia, será quien nombre al abanderado. Así que unidad, lo que se llama unidad… para nada, eh.

 De cara a la elección del 4 de junio, el PRI mexiquense ajusta la maquinaria. En Consejo Político esperan al líder nacional Enrique Ochoa, y al virtual candidato Alfredo del Mazo. Ahí anunciarán que Alejandra del Moral será ungida presidenta del partido en la entidad, Raymundo Martínez Carbajal secretario general y Carlos Iriarte irá a coordinar la bancada del Edomex en San Lázaro. ¡Qué tal!

El líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, se amarró los guantes. La semana pasada fustigó a Andrés Manuel López Obrador por criticar el operativo militar contra criminales en Nayarit, luego el morenista le reviró diciendo: ¿y quién es él? En el tercer round, Ochoa dijo que él, desde que estaba en la prepa, conoce a AMLO… “como el mismo político soberbio de siempre”.

Sólo será cuestión de protocolo para que el oaxaqueño José Murat lidere la CNOP del tricolor. Ayer Cristina Díaz renunció, mediante una carta, a la presidencia del organismo estrella del partido para procesos electorales. Aunque se sabe que la llegada de Murat es decisión política, para cumplir las formas se hará la asamblea correspondiente el próximo 18 de marzo.

Con la llegada del exgobernador de Oaxaca, José Murat Casab, a la secretaría general de la CNOP, el sector popular del PRI, este partido no solamente regresa y sigue en al pasado que tantas derrotas electorales le ha costado, sino que vuelve a incumplirse aquel ofrecimiento presidencial de que en el tricolor su dirigencia y militancia la conformarían “una nueva generación”.

Fue tan malo el desempeño que tuvo, que la gubernatura quedó en manos del aliancista Gabino Cué, que contendió y ganó con el apoyo de los partidos de oposición y el malestar que dejó.

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