Por José Cruz Delgado
Morelia Michoaán a 6 de junio de 2017.-Al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya se le reducen más las posibilidades de ser el abanderado a la Presidencia de México, su liderazgo quedó en tela juicio con la desastrosa derrota que le propinó el PRI en el Estado de México.
El PRI ganó y sigue siendo la fuerza política más importante de México reconocida a nivel mundial y que fue una elección de Estado como dicen los opositores como el esquizofrénico Andés Manuel López Obrador, Capo mayor de la “Pejemafia”, bueno, eso dicen él, el PRD y el PAN, porque no saben reconocer las derrotas. Para ellos, cuando ganan no hablan y cuando pierden hubo fraude.
La maestra Delfina ha sido prudente en sus declaraciones y ha dicho que respeta las instituciones, contradiciendo a López Obrador, ello podría costarle a la mentora un enfrentamiento con el amo de la “Pejemafia”, porque está claro que este energúmeno no le importan las instituciones y como es y ha sido su clásico discurso para él desde antes de las elecciones ya existe el fraude y si Delfina no hace lo que le indique también podría desconocerla como lo hizo con Eva Cadena.
Porque su costumbre, junto con sus secuaces Martí Batres y los Moreal que conforman la”Pejemafia” de MORENA es utilizar la gente y cuando ya no les sirve las desecha y hasta la acusa de infiltrados y traidores.
La panista y exprimera dama Margarita Zavala, señaló que los resultados de los comicios para el partido Acción Nacional son el resultado de mucha frivolidad y un personalismo atroz por parte del presidente nacional Ricardo Anaya.
Margarita comentó que las acciones por parte de Ricardo Anaya no fueron las correctas, cuando Josefina Vázquez Mota no se encontraba bien en las encuestas de cara a las elecciones del gobernador por el Estado de México.
“No son buenos números hablémoslo claro, estamos a un año de la elección presidencial que es la encrucijada más importante de México en la historia moderna, es la apuesta al futuro o el regreso al pasado, que es lo que se está planeando en el Estado de México”, dijo.
Ante estos hechos, pidió a Ricardo Anaya que se defina si contenderá por la presidencia para el 2018 y que preste mucha atención en la elección en Coahuila.
“No son buenos números los del partido, es reflejo de muchos desajustes, mucha distracción, mucha frivolidad y un personalismo atroz que nos tienen ahorita en esas derrotas, lo que hizo fue construir una imagen de una candidatura hacia el 2018 y eso distrajo todo”, mencionó.
Resaltó que el PAN debe de tener definido lo más pronto posible su candidato para el 2018 y dar más seguridad a la gente que vote en esas elecciones. Por primera vez, la exprimera dama tiene mucha razón, pero tampoco ella será la candidata delo por seguro porque pese a lo que se diga y quiera emular a Hilari Clinton, no tiene esa capacidad de molizar a las masas, además arrastra el fantasma de Felipe Calderón, a quien los mexicanos odian por su su pésimo gobierno miles de personas siguen llorando a sus muertos.
El Instituto Electoral de Coahuila informó que tras el conteo de 881 mil 008 votos contabilizados para la elección de gobernador, el candidato priista, Miguel Riquelme Solís, lleva 337 mil 455 sufragios, que representan 38.30 por ciento, mientras que el abanderado panista, José Guillermo Anaya Llamas, alcanza 324 mil 324 votos, 36.81 por ciento.
De acuerdo con el reporte del Programa de Resultados Preliminares Electorales (PREP) de las 9:00 horas, se han contabilizado dos mil 608 casillas y el tercer lugar lo ocupa el representante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Armando Guadiana Tijerina, quien ha obtenido hasta ahora 12.05 por ciento de la votación, con 106 mil 201 sufragios.
En tanto, Javier Guerrero García, candidato independiente a la gubernatura, ha conseguido 65 mil 585 votos, que representan 7.44 por ciento de la votación.
Enrique Ocha Reza le dijo al cínico Ricardo Anaya quien presumìa haber ganado en Coahuila que se iba a tragar sus palabras y todo parece indicar que así va a suceder, pues todo indica que el abanderado del tricolor en esa entidad va a obtener la gubernatura y Anaya va a llorar lágrimas de sangre.
Ricardo Anaya quien ya ve lejanas las esperanzas de ser el candidato del panismo a la Presidencia de la República, no le quedará más remedio que aceptar sus derrotas y quedó demostrado que el PAN gana solo en coalición, como en el caso de Nayarit, donde por cierto el tricolor tuvo en Manuel Cota un candidato débil y repudiado por los nayaritas.
Sin embargo, si el PRD y el PAN hubieran ido solos, Cota hubiera ganado la elección. Ahí que ni el PAN ni el PRD tienen que presumir, aúen le sfalta mucho para que puedan ganarle al PRI por separado.
En elecciones tan reñidas como las del domingo, Nueva Alianza fue clave en su unión con el PRI. Sólo hay que ver que el partido de Luis Castro Obregón aportó 2.67% de los votos de Alfredo del Mazo en el Edomex, justo los que otorgan ventaja sobre la morenista Delfina Gómez. Y en Coahuila dio 2.66%, los que mantienen a Miguel Riquelme adelante –según el PREP- del panista Guillermo Anaya. En estas entidades sí inclinó la balanza.
Los resultados del conteo rápido y del PREP no le van a dar a la elección del domingo una definición. Edomex y Coahuila perfilan directo al conflicto y a los tribunales.
Las diferencias en los resultados de ambos comicios abren la posibilidad de que el proceso sea revisado integralmente. Los márgenes permiten que los presuntamente derrotados presenten recursos de inconformidad apegados a la ley.
Fue un tanto perturbador escuchar a Alejandra Barrales, presidenta del PRD, decir frente a Joaquín López-Dóriga, en la mesa de discusión sobre el proceso electoral del domingo, que su alianza natural para el 2018 es con Morena. Y no porque no sea evidente que ambas izquierdas vienen de un mismo tronco común, sino porque a su lado estaba Ricardo Anaya, líder del PAN, con quien ha logrado coaliciones triunfadoras repetidamente.
Es probable que al PRD le haya llegado la hora de vender caro su amor; sabiéndose poseedor de un piso mínimo de votación que le permitiría, dadas ciertas condiciones, ser el fiel de la balanza. Pero el simple hecho de imaginar un polo de izquierdas unidas trae consigo posibilidades inquietantes.
Por cierto, ya le salió a Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán un nuevo rival rumbo a la candidatura del PRD a la Presidencia de la República: el perredista Juan Zepeda, del Estado de México, en este nuevo escenario se reducen las posibilidades que Silvano sea el candidato. Lo mejor que debe hacer es dedicarse a gobernar y que por primera vez termine un cargo público.
Pero como están las cosas, finalmente los perredistas se inclinarán ante López Obrador porque saben bien que no tienen la fuerza suficiente para competir en los próximos comicios presidenciales, así que no les quedará más remedio que besarle los pies al Capo de la “Pejemafia”.