La industria penitenciaria contribuye a la reinserción social
Fomentar la cultura del trabajo
Morelia; Michoacán a 8 de marzo de 2018.- A fin de incidir de manera importante en el ámbito de la reinserción social de las personas privadas de su libertad y partiendo de que la regulación del tema ha sido olvidado y se ha ido rezagando a través de los años, el diputado José Guadalupe Aguilera Rojas, presentó una iniciativa por la que se expide la Ley que Establece las Reglas Mínimas para el Tratamiento de las Personas Privadas de su Libertad en Michoacán.
Al hacer uso de la tribuna explicó que el objetivo de dicha iniciativa, es crear un marco normativo que de orden al trabajo que se realiza en las cárceles, a través de la figura de la industria penitenciaria, la cual generará estabilidad laboral y mano de obra calificada, a través de la capacitación laboral de los internos.
El diputado integrante del Grupo Parlamentario del PRD en la LXXIII Legislatura Local, expuso que con dicha iniciativa también se fomenta en la población penitenciaria una cultura de participación laboral activa, incorporándose al régimen ocupacional con el apoyo de diversas empresas.
Además que a través de la capacitación y el trabajo, los internos de los Centros Penitenciarios y de Reinserción Social de Michoacán, podrán obtener beneficios en sus condenas, así como su incorporación al mundo laboral al obtener su libertad.
“Los beneficios son múltiples: por lo que ve a los patrones o inversionistas en la industria penitenciaria, estos tendrían prerrogativas e incentivos fiscales a nivel local para su inversión en las prisiones; en relación a los beneficios que tendría para el Estado, quiero destacar que disminuirían los gastos de tratamientos médicos y alimentación, y lo más importante es que se cumpliría con el objetivo de la pena privativa de la libertad, que es la reinserción social”.
Lupillo Aguilera, señaló que en el caso de los internos se fomenta que participen en la industria penitenciaria y los beneficios que pueden obtener van desde la reducción de su condena por los días efectivos laborados que suman de manera directa a su pena de prisión, así como beneficios para sus familias ya que tendrían seguridad social y de atención médica, además que el interno podrá cubrir la reparación del daño con el producto de su trabajo, así como también tendría la posibilidad de apoyar económicamente a su familia y generar un ahorro para el momento de su liberación.
En Michoacán, añadió, existe un vacío legal en la materia, toda vez que solamente se encuentra vigente desde el 2 de septiembre de 1999 el Reglamento Interior del Centro de Readaptación Social Lic. David Franco Rodríguez.
“Anteriormente en Michoacán estaba vigente la Ley de Ejecución de Sanciones Penales en el Estado de Michoacán del 14 de junio de 2011, la cual fue derogada a la entrada en vigor de la Ley Nacional de Ejecución Penal publicada en el Diario Oficial de la Federación el 16 de junio de 2016”.
Por lo anterior Lupillo Aguilera mencionó que para dar cabal cumplimiento a los lineamientos de la ejecución de las penas en el Estado, es necesario general un ordenamiento legal que organice y reglamente al Sistema Penitenciario en el Estado de Michoacán, con el objeto de dar cumplimiento a lo establecido por el artículo 18 de la Carta Magna, así como en los Tratados Internaciones en materia de tratamiento penitenciario.
En ese contexto, subrayó que en el año 2011 fue piedra angular en la reorganización del sistema penitenciario nacional, ya que se dieron varios factores determinantes, entre ellos, la sustitución del concepto de readaptación social por el de reinserción.
“Dicha reforma constitucional dio un giro total al ámbito penitenciario, que durante las últimas décadas se habían centrado en la readaptación social, dejando de lado la parte más importante de la pena privativa de la libertad, que es la reinserción”.
En tribuna el diputado local por el Distrito de Pátzcuaro, puntualizó que a través de los años el sistema penitenciario se ha desgastado en su funcionalidad, su efectividad ha dejado mucho que desear, es por eso que es necesario cambiar el paradigma y transitar hacia un pensamiento penitenciario renovado.