Por Rigoberto Guzmán Uriarte
Morelia Michoacán a 22 de septiembre de 2022.- Entre los años 80s y 90s la mafia Italiana se consolidaba como una de las más poderosas y aterradoras del mundo, para 1992 el Estado Italiano les declaraba la guerra con el envío de 7,000 elementos militares a Sicilia, misma que terminaría en tragedia dejando decenas de muertos, así como la muerte de dos personajes que dejarían marcada la historia de Italia, el Juez Giovanni Falcone quien moriría en uno de los atentados más aterradores de la historia de este país en el que 500 kg de explosivos de bajo de un puente terminarían con 300 metros de calle, con su vida, la de su familia y varias personas inocentes, además semanas después con la de Paolo Borsellino quien fuera su amigo y sucesor, ambos víctimas de esta guerra contra la mafia.
Bien dicen que hay que conocer la historia para no repetirla, esta historia suena bastante familiar para los mexicanos y sobre todo para los michoacanos. En un hecho que comenzaría el 10 de diciembre del año 2006 y que refrendaría en enero del 2007 en una plaza pública del municipio de Apatzingán, bastión del entonces Cartel de la Familia Michoacana; vestido de militar como un signo de reto, el que en ese entonces fuese Presidente de la República, Felipe calderón Hinojosa declararía personalmente la guerra, misma que fuere orquestada por el entonces Secretario de Seguridad Publica Genaro García Luna, acusado actualmente de tener nexos con algunos cárteles de la droga y a los que se supone esta guerra favorecía y Serbia en dicho sexenio, además esta seguiría en el siguiente sexenio del gobierno de Enrique Peña Nieto, que terminó con un desenlace aún peor al del País Europeo, ya que según cifras oficiales ésta dejó más de doscientos mil muertos, muchos de ellos personas inocentes, niños huérfanos y miles de personas desplazadas de sus lugares de origen, esto entre muchas de las consecuencias de una mala estrategia e implementación de la fuerza militar.
Aquí es cuando nos preguntamos ¿cuál es la diferencia entre usar las fuerzas armadas para declarar una supuesta guerra contra grupos delictivos o usarlas para reforzar la seguridad interior?
Actualmente cuando caminas por las calles de algunas de las principales ciudades de Europa como París, Milán y Roma es curioso ver a militares cuidando las principales avenidas, parques y plazas, inclusive con carros acorazados y tanquetas, desde hace más de una década países como Francia e Italia decidieron militarizar sus países. Desde el año 2008, el parlamento italiano aprobó un decreto con el fin de reforzar la seguridad en la cual una parte de la ciudadanía en ese momento se encontraba escéptica y por otro lado tuvo una gran aceptación que hasta la fecha sigue vigente, ya que este país pasaba por una gran ola de inseguridad hablando de delitos del fuero común, y algunos delito graves que iban a la alza, la diferencia es que el uso de las fuerzas militares se implementó en apoyo a las policías con un tema de prevención del delito, cuidando lugares estratégicos que causo a la ciudadanía la impresión de sentirse seguros, poder salir a las calles, no como lo habrían hecho anteriormente declarando una guerra y tratando de combatir el fuego con el fuego.
En el 2020, Andrés Manuel López Obrador, oficializó que las fuerzas armadas tendrían participación en materia de seguridad publica en complemento a las actividades de la Guardia Nacional, aseverando que todo esto se daría con estricto respeto de los Derechos Humanos, lo anterior de acuerdo con La Ley de Seguridad Interior, misma que se aprobó en el 2019 por diputados de todas las corrientes políticas, y que al parecer ya se les olvido.
Hoy Se aprueba por el Senado de la República la incorporación de la Guardia Nacional a la SEDENA, a decir del mismo AMLO “El propósito no es militarizar o ir al autoritarismo, sino cuidar con la vigilancia de la Secretaría de la Defensa el crecimiento sano de la que debe ser la principal institución de seguridad pública del país”, esto debido a la corrupción que impera aun en las corporaciones policíacas en el país.
Lo único que podemos esperar es ver como se dan las cosas, que el manejo por parte de los mandos sea el adecuado, ver cuál es la actuación de estas, esperando que esta decisión resulte benéfica para la sociedad como lo ha sido en otras partes del mundo.