Por: Edmundo Paloseco.
Morelia Michoacán a 22 de marzo de 2024.- En la encuesta que mandó a hacer Juan Carlos Barragán con la empresa “Proyecta”, el PRD trae un 1.1% sobre 100% de gente que se siente identificada con este partido, osea, absolutamente nada, de ahí que su dirigente Octavio Ocampo se haya dado cuenta que se estaba suicidando al ir solo o en alianza con el PRI por la presidencia municipal de Morelia. Por supuesto que el miedo lo hizo recular.
El PRI trae en esta encuesta 3.1% sobre 100%, lo cual indica que Memo Valencia decidió sacrificar a sus candidatos locales en Morelia, aunque la única que tiene una oportunidad de salvarse es Daniela de los Santos quien, si bien no tiene ganada la contienda para repetir como diputada local, trae los números para disputar parejeramente con el candidato del PAN que seguramente será Carlos Quintana. El resto de los candidatos priistas perderán, porque fueron entregados en el pacto Bedolla-Valencia.
Morelia es un laboratorio muy interesante. Suelen votar de manera muy diferenciada en cada elección y sigue teniendo en gran medida, una población con ideas cerradas bajo circunstancias especiales.
El sur, es muy proclive a votar por mantener un status de clase media y alta, y en el norte, suelen votar mucho a favor de los gobernantes que aterrizan apoyos sociales.
Juan Carlos Barragán es el político que más apoyos entrega en su distrito y Alfonso Martínez el que más programas sociales aterriza por su posición de presidente municipal. De ahí en fuera, nadie lo hace con la fuerza de estos dos.
También las estructuras jugarán un papel muy importante. Morena, traerá el dinero del gobernador que quiere hacer ganar a Torres Piña como presidente municipal para frenar a Raúl Morón.
Alfredo Ramírez Bedolla sabe que si Morón llega al senado y Alfonso Martínez se reelige, Morón cobrará venganza y le hará la vida imposible, por lo tanto, el dos de junio podría estar terminando el sexenio de Ramírez Bedolla.
Entonces, las estructuras de Raúl Morón, Fidel Calderón y otros cuatroteros podrían, o bien no meterse a favor de Morena en Morelia o aliarse con Alfonso Martínez para hacer perder a Torres Piña.
Y por su parte, Alfonso Martínez hoy está convertido en lo que un día fue Fausto Vallejo para Morelia: “el cacique del pueblo”, por lo tanto, trae dinero, estructuras propias, del PAN, del PRI, del PRD y colmillo retorcido.
Lo que no debe hacer es confiarse o equivocarse, aunque para mí no tendrá un día de campo en la batalla electoral.