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“Manuel Gómez Morin denuncia el control centralizado en el PAN bajo Marko Cortés”

Por Roberto Carlos Guevara 

Morelia Michoacán a 24 de septiembre de 2024.- El consejero nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Manuel Gómez Morin, ha lanzado una grave advertencia contra el presidente del partido, Marko Cortés, y el pequeño círculo de poder que, según él, controla de manera centralizada las decisiones más importantes dentro del PAN. Gómez Morin, quien ha sido crítico constante de la actual dirigencia, afirma que esta concentración de poder ha llevado al partido a una crisis interna que amenaza no solo su estructura democrática, sino su capacidad de servir al país.

Gómez Morin, descendiente de uno de los fundadores históricos del PAN, Manuel Gómez Morin, señala que el padrón de militantes ha sido manipulado por figuras clave como Jorge Romero, Ricardo Anaya, Enrique Vargas, Santiago  Creel y Marko Cortés, quienes negocian las candidaturas, definen a los dirigentes y controlan los destinos de las elecciones internas. Este control absoluto ha cerrado las puertas a la democracia interna y ha permitido que los intereses de unos pocos prevalezcan sobre la voluntad de la militancia.

Uno de los ejemplos más alarmantes, menciona Gómez Morin, es la votación en el Senado de la República en la que dos senadores del PAN, padre e hijo, votaron por separado a favor de la Reforma al Poder Judicial de la Federación. Esta traición interna, según Gómez Morin, es producto directo de las prácticas que la dirigencia del partido ha permitido: la sumisión a acuerdos oscuros y la entrega del poder en función de intereses personales o de grupo.

El consejero nacional del PAN propone una serie de reformas drásticas para revertir la situación. Entre ellas, destaca la suspensión de todos los procesos internos de renovación de dirigencias a nivel estatal y nacional, y la formación de un Comité Ejecutivo Nacional (CEN) transitorio. Este comité, plantea Gómez Morin, debería estar encabezado por una mujer, como Adriana Dávila, y tener como primera tarea realizar un diagnóstico profundo de la situación interna del partido para aplicar correctivos urgentes.

Según Gómez Morin, uno de los problemas más graves que enfrenta el PAN es un padrón de militantes que ha sido manipulado para responder a los intereses de unos cuantos. De los 300,000 miembros activos del partido, muchos responden a los intereses de líderes locales y nacionales que han hecho del PAN un coto cerrado. Propone, entonces, depurar el padrón y abrirlo a nuevos militantes, revitalizando el partido con “sangre nueva” y un acercamiento real con la sociedad civil organizada, que hoy ve a los partidos como estructuras cerradas y desconectadas de la ciudadanía.

Manuel Gómez Morin ha iniciado un recorrido por todo el país para promover su iniciativa de renovación interna en el PAN. Hasta ahora, ha visitado Chihuahua, Monterrey, y Morelia, con próximas paradas en Guadalajara, León, Aguascalientes, Veracruz y Puebla. En cada ciudad, Gómez Morin reúne a militantes inconformes y lanza un ultimátum claro: “O se corrige o nos vamos”. Afirma que si al menos 30,000 militantes deciden abandonar el partido en masa, se pondría en riesgo su registro a nivel nacional. “No nos importa si el PAN se pone en peligro”, declara, “porque un PAN en las condiciones actuales no sirve a México”.

La preocupación de Gómez Morin va más allá del presente. Como representante de los descendientes de los fundadores del PAN, ha expresado su intención de deslindar el legado de su abuelo y otros fundadores, como Manuel Gómez Morin, Efraín González Luna y José Ángel Conchello, si el partido no toma medidas inmediatas. “No queremos que los nombres de los fundadores terminen también en el basurero de la historia junto con el partido, por no haber corregido a tiempo”, sentencia.

El consejero nacional insiste en que el PAN debe volver a ser un partido comprometido con la transparencia y la ética, eligiendo como candidatos a personas “sin cola que les pisen”. Hace referencia directa a casos recientes de corrupción, como el “cártel inmobiliario”, y a personajes controvertidos como Ricardo Anaya, quienes, según Gómez Morin, han empañado la reputación del PAN y han convertido al partido en un refugio de impunidad.

“Acción Nacional necesita urgentemente una renovación. Si el partido sigue siendo manejado por acuerdos oscuros y grupos de poder, no solo estará destinado a la irrelevancia política, sino que también traicionará los principios democráticos sobre los que fue fundado”, concluye Manuel Gómez Morin.

Esta es una de las advertencias más serias y profundas que ha surgido desde dentro del PAN en los últimos años, y pone en jaque la continuidad de Marko Cortés como líder del partido. La pregunta que queda es si la cúpula del PAN escuchará las voces disidentes o si el partido se arriesgará a una crisis de proporciones históricas.

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