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Cuna de lobos

Por Sr. López
Ciudad de México a 22 de febrero de 2019.- En el Centro de Doma en que fue amaestrado este menda, estaba claro que la última palabra, en todo, la tenía el Jefe de Proveeduría y cuando se hacía evidente un desacuerdo entre él y la Jefa de Administración y Disciplina (“casa”, “papá” y “mamá”, les decían otros niños), los de la clase de tropa (“hijos”, este López incluido), sabíamos que se haría lo que había opinado doña Yolita, quien entrecerraba los ojos y con un tono de voz hipócritamente humilde decía nomás: -Ven tantito, por favor –y allá iba bufando tras ella, hablaban encerrados en su recámara, no mucho, hasta eso, para, acto seguido, salir el macho alfa a anunciar su decisión final… que invariablemente era la de ella, pero era su decisión decidir que se haría lo decidido por su contraparte, su dulce consorte. El que mandaba era él, faltaba más. ‘Tá bueno.

Anote la fecha: 21 de febrero de 2019 (por ahí de las tres de la tarde). No la olvide, porque es cuando nuestro Presidente de la república se topó con la realidad política nacional.

Es innegable que tiene en un puño a una mayoría inmensa de mexicanos y que su popularidad es creciente… sí, pero eso, en taco se lo comen los políticos, por buenas razones (y de las otras, también).

Lo que opinemos los tenochcas simplex no le ha robado nunca el sueño a ningún político auténticamente mexicano; si no, no harían las que hacen (caso práctico: el Pacto por México, esperpento que ya ve usted en qué acabó).

El Presidente tiene a la gente, sí, pero la gente no hace leyes.

Contra los deseos y el proyecto en que tanto insistió el Presidente, ayer, muy presente tenga usted, el Senado aprobó por unanimidad, sin abstenciones, una Guardia Nacional (con mando civil, los militares nomás cinco años, reportando al Congreso a través del Secretario de Seguridad y sin saltarse la soberanía de cada estado), sustancialmente distinta a la que proponía el Ejecutivo. Los partidos de oposición, las ONG’s y la ONU, echaron cuetes y pidieron marimbas a Chiapas (tarugos no son).

Ahora sigue que la Cámara de Diputados la vote y pase a los congresos de los estados (son cambios constitucionales).

Ya temprano, los líderes de las bancadas del Senado anticiparon su acuerdo en el proyecto que pasarían al Pleno ayer mismo, como pasó, y el Presidente de la república, ante el anuncio, en su mañanera conferencia de prensa diaria, dijo:
“Estoy seguro de que como va a funcionar le van a dar continuidad” (a que se sigan de frente y sin retoque los militares).

Añadió: “Eso está bien. Es el beneficio de la duda, que nos den cuando menos el beneficio de la duda. Vamos a esperar. Es que la iniciativa tiene varias cosas.

Mañana vemos, si les parece” (propuso a los reporteros presentes, todavía controlado; también dijo que confiaba que los senadores estuvieran a la altura… bueno… ¿cómo a cuántos centímetros de piso terminado?), y agregó: “Vamos a esperar, pero mañana hablamos. No vaya a ser que cambien de parecer” (o sea, la esperanza muere al último), pero le resultó irreprimible soltar que la oposición tiene “doble discurso”, pues los gobernadores piden soldados y los legisladores se ponen trompudos: “Entonces ¿qué quieren los de la oposición, los conservadores? ¿Qué fracasemos? para eso es la oposición. Se me hace muy mezquino, porque además no me voy a dejar.

No voy a echarme para atrás”.

Chin… no va a echarse para atrás, y para que quede claro, pidió a los senadores no hacer una ley que reedite la Policía Federal porque en su gobierno “no simularán”.

Y al requinto, Mario Delgado, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados federal, declaró ayer mismo que a él le “gustaba más el modelo que salió de aquí” y por eso van a revisar a detalle lo que les mande el Senado, pues su grupo parlamentario respalda la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Úchale”… ya vamos a empezar. No es lo que quiera el Presidente, es lo que legislen los legisladores, no se vale plantear la cosa como Presidente gana, Presidente pierde… no, el Presidente propone y el Poder Legislativo decide (ya sé, ya sé, es la teoría, pues).

En este caso estaban contra el proyecto de Guardia Nacional que quiere el Presidente, algunas no desdeñables ONG’s y la ONU (poquita cosa), y los partidos de oposición (se solicita definición del término “conservador”, la conocida es del siglo XIX y “conservadores” de esos no queda uno vivo en el país, ni Fernández de Ceballos, digo), Como sea, si después de su tránsito por las cámaras de diputados -federal y estatales-, se aprobara lo que ayer parió el Senado, sería buena y mala noticia.

Buena noticia porque indicaría que los legisladores de Morena asumen como imposible el retorno a los tiempos del viejo régimen, del país de un solo hombre, como fue en el Pricámbrico Clásico.

Buena noticia porque pudiera significar que hay decoro y aseo políticos. Sí, bien pudiera ser buena noticia.

Pero mala noticia si esto resulta de una fractura de predecible final en el seno de Morena: si esto es un enfrentamiento entre Ricardo Monreal y el Presidente, le tengo noticias a don Monreal: Andrés Manuel López Obrador tiene muchos recursos políticos a la mano desde la Cámara de Diputados federal y los congresos estatales, para reventar el asunto (no se va a echar para atrás), y es mala noticia porque no sería beneficioso para el país que se quedara en el limbo la Guardia Nacional, sin aprobación de diputados (federales y locales), y con el Senado ya unánimemente decidido por lo que ayer aprobaron. Sería malo.

No merecen nuestros militares estar entre dos aguas… ni nuestros policías, predefinidos sin derecho de réplica, como un fiasco; sí hay impresentables, pero también decentes: ya estuvo bueno de tanta denostación. Nadie brinca a defender a nuestros policías porque es políticamente incorrecto.

Santos no son y si fueran santos, no servirían de nada.

Veremos qué sale de esta cazuela, nos toca como simples integrantes del peladaje nacional, esperar atentos la repuesta en escena de “Cuna de lobos”.

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