Gracias a la intervención de la UECS, don Guillermo, un empresario michoacano, recuperó sano y salvo a su hijo, cuyos seis captores fueron detenidos por personal de la institución.
Morelia, Michoacán, a 6 de febrero del 2018.- La vida da segundas oportunidades. A casi dos meses de haber sufrido el secuestro de su hijo, hoy la familia de don Guillermo, un empresario michoacano, está en paz luego de haberlo recuperado sano y salvo gracias a la intervención de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Además de rescatar con vida al hijo de don Guillermo, el personal de la institución logró detener a seis personas relacionadas con este hecho.
Las cifras positivas crecen como resultado del trabajo especializado de la unidad antisecuestros de la PGJE, quienes se han convertido en un referente a nivel nacional, colocándose entre las mejores capacitadas en el combate a este delito.
Como resultado de las actuaciones en el combate al secuestro, en 2017 se lograron 107 aprehensiones y 24 rescates de víctimas, quienes junto con sus familias han seguido su proceso de recuperación psicológica.
También se desintegraron en el estado a 16 bandas relacionadas con este delito, la mayoría de ellas en Uruapan, donde Guillermo ha construido su patrimonio con esfuerzo y dedicación.
La desesperación y el rescate
Fue el pasado 6 diciembre cuando la familia de don Guillermo sufrió el secuestro de uno de sus integrantes.
Por la mente de don Guillermo pasaron todo tipo de escenarios, pues la integridad de su hijo estaba en juego, en manos de desconocidos que creen que las familias trabajadoras “tienen dinero de sobra”.
Ser empresario, superarse económicamente o vivir desahogadamente, para algunos significa desarrollo y un futuro estable; para otros, la oportunidad de obtener beneficios de forma rápida pero ilícita.
Nada ni nadie, sólo quienes han sufrido este tipo de experiencias, pueden describir lo que significa esto; esperar a que pasen los minutos o las horas para escuchar sonar el teléfono, no con la voz de su familiar, sino con la petición de desconocidos.
El precio para la vida del hijo de don Guillermo era de 5 millones de pesos, cantidad imposible de reunir.
La agonía duró seis largos días, pero tuvo un final feliz: el 12 de diciembre la UECS de la PGJE logró rescatar sano y salvo al hijo de don Guillermo, quien tras enterarse del plagio mantuvo la calma y buscó ayuda especializada, de esa que sí hay en Michoacán.
Su testimonio lo dice todo: en sus palabras –aun cuando de repente parece quebrarse- hay agradecimiento y, sobre todo, esperanza de volver a tener la vida que antes tenían él y su familia.
“La vida sigue”
Su hijo está a salvo, su familia está completa y su tranquilidad regresa poco a poco, pero el proceso de recuperación aún continúa, y para la PGJE y la UECS la tarea no termina al rescatar una víctima de secuestro.
Para recuperar su estabilidad emocional, las víctimas de secuestro y sus familiares tienen acceso a servicios de atención psicológica, pues con casos como este la familia completa se tambalea y sin la ayuda específica poco a poco se puede ir quebrando.
Don Guillermo lo vivió, sintió recorrer por su cuerpo la desesperación de no saber qué hacer, pero en la UECS pudo encontrar una esperanza. Él, como muchos otros, se atrevió a denunciar, dejando el miedo de lado con tal de ver nuevamente a su hijo.
“La vida sigue”, son las palabras que expresa don Guillermo, un padre de familia, satisfecho y convencido de que en Michoacán sí se va tras los criminales, pero para lograrlo las personas deben denunciar, no sólo de este delito, sino todo de los que sean víctimas las y los michoacanos.