Por Roberto Carlos Guevara
Morelia Michoacán a 3 de mayo de 2024.- En medio de una creciente ola de violencia y desapariciones en el estado de Michoacán, la diputada Margarita López Pérez ha levantado la voz en una denuncia sin precedentes contra el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Con un tono enérgico y cargado de indignación, la legisladora ha exigido al mandatario estatal que ponga fin a la inacción que ha paralizado a sus diputados, específicamente en la aprobación de la tan necesaria ley de desaparecidos.
Michoacán se encuentra sumido en una crisis humanitaria sin precedentes, con familias enteras desgarradas por la incertidumbre y el dolor de no saber el paradero de sus seres queridos.
La falta de una legislación adecuada para abordar el problema de las desapariciones ha dejado a miles de personas en una angustiosa espera, mientras el gobierno local parece incapaz de tomar medidas efectivas.
La diputada López Pérez ha señalado directamente al gobernador Ramírez Bedolla como el responsable último de esta tragedia, acusándolo de mantener a Michoacán bajo el yugo de la inseguridad.
Su llamado urgente a poner a trabajar a los diputados de morena estatales resuena como un grito desesperado en medio de la indiferencia y la negligencia gubernamental.
La pasividad del gobierno de Michoacán ante la crisis de desapariciones no solo constituye un fracaso moral, sino también un crimen contra la humanidad.
Cada día que pasa sin una ley que proteja a los ciudadanos de las garras de la violencia y la impunidad es un día más de sufrimiento para las víctimas y sus familias.
Mientras el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla permanezca inactivo, su complicidad con los perpetradores de estos actos atroces se vuelve cada vez más evidente.
Es imperativo que la sociedad michoacana exija justicia y rendición de cuentas a aquellos que tienen el deber y la responsabilidad de protegerla.
La diputada Margarita López Pérez ha encendido la llama de la resistencia en Michoacán, instando a sus conciudadanos a levantarse contra la impunidad y la indiferencia gubernamental.
Es hora de que el pueblo exija que se ponga fin al reinado de la inseguridad y la violencia, y que se establezcan medidas concretas para proteger a los más vulnerables de la sociedad.
El gobernador Ramírez Bedolla tiene una oportunidad única de redimirse ante la historia y demostrar su compromiso con la justicia y el Estado de derecho. Pero el tiempo apremia, y cada minuto de inacción solo profundiza la herida abierta en el corazón de Michoacán.