Por Roberto Carlos Guevara
Morelia Michoacán a 24 de julio de 2024.- En una declaración que ha generado controversia y preocupación entre los habitantes de Michoacán, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla recomendó a la ciudadanía evitar conducir de noche para reducir el riesgo de violencia. Esta sugerencia, aunque bien intencionada, ha sido percibida por muchos como un reconocimiento implícito del grave problema de inseguridad que enfrenta el estado.
El gobernador Bedolla, en una conferencia de prensa reciente, instó a los michoacanos a tomar precauciones adicionales debido al incremento de actos delictivos y la actividad de grupos criminales en diversas regiones de Michoacán. “Por seguridad, no manejen de noche,” declaró, subrayando la peligrosidad que representa transitar por las carreteras estatales después del anochecer.
Estas declaraciones han provocado una ola de críticas por parte de la oposición y diversos sectores de la sociedad civil.
Bedolla no solo pone de manifiesto la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sino que también representa una admisión de la falta de control sobre el territorio michoacano.
Ana María López, representante del colectivo “Michoacán Seguro”, expresó su indignación ante las palabras del gobernador: “Es inadmisible que, en lugar de implementar medidas efectivas para combatir la delincuencia, nos pidan quedarnos en casa. Esto solo evidencia la impotencia del gobierno frente a la violencia.”
Además, empresarios y comerciantes locales han manifestado su preocupación por el impacto económico de tales recomendaciones. “La vida nocturna y el transporte de mercancías son fundamentales para nuestra economía. Pedirnos que dejemos de operar por las noches es prácticamente paralizar una parte crucial de nuestras actividades,” señaló Juan Carlos Hernández, presidente de la Cámara de Comercio de Morelia.
La declaración de Bedolla también ha sido vista como un golpe a la confianza pública en las autoridades. La percepción de inseguridad en el estado ya es alta, y mensajes como este solo contribuyen a aumentar la sensación de desamparo entre los ciudadanos.
Expertos en seguridad pública han señalado que, en lugar de sugerir restricciones de movilidad, el gobierno debería enfocarse en reforzar las estrategias de seguridad, aumentar la presencia policial y mejorar la coordinación con las fuerzas federales.
No es la primera vez que el tema de la inseguridad domina el discurso en Michoacán. El estado ha sido históricamente afectado por la violencia de los cárteles y otros grupos delictivos, a pesar de los esfuerzos de distintos gobiernos por contener la situación. Sin embargo, las declaraciones de Bedolla han sido particularmente llamativas por su tono resignado y la falta de propuestas concretas para abordar el problema.
El gobernador ha defendido su postura, en vano argumentando que la seguridad es una responsabilidad compartida y que la colaboración de los ciudadanos es crucial. “Estamos trabajando incansablemente para mejorar la seguridad en Michoacán, pero también necesitamos que la gente tome precauciones,” afirmó Bedolla.
Mientras tanto, los michoacanos siguen enfrentando el dilema de cómo llevar a cabo sus vidas cotidianas en un entorno cada vez más inseguro. La recomendación de no conducir de noche puede ser vista como una medida de autoprotección, pero también subraya la urgente necesidad de soluciones más efectivas y a largo plazo para garantizar la seguridad en el estado.
El llamado de Alfredo Ramírez Bedolla ha puesto de relieve una realidad ineludible: la batalla contra la violencia en Michoacán está lejos de terminar, y la confianza en las autoridades está en juego. La ciudadanía espera con ansias acciones concretas y resultados palpables que devuelvan la paz y la seguridad a sus comunidades.