Por Roberto Carlos Guevara
Morelia Michoacán a 9 de junio de 2020.-Con el objetivo de garantizar el buen desempeño de los servidores públicos y evitar conductas que pongan en riesgo la integridad de las personas, el diputado Baltazar Gaona García presentó una iniciativa para reformar diversos artículos de la Ley de Trabajadores al Servicio del estado de Michoacán y sus municipios a fin de que, cada seis meses, se les practique, de manera obligatoria, un examen médico que deberá incluir el psicológico y el toxicológico.
Gaona García expuso que esa iniciativa se sustenta en que a todos los Servidores Públicos se les debe exigir una mayor moral administrativa, para prevenir conductas que afecten la ética y el interés general de los ciudadanos o que en el ejercicio de sus funciones por el consumo de sustancias prohibidas pongan en riesgo la integridad de las personas.
En Michoacán, dijo, los servidores públicos o funcionarios públicos, por lo general prestan sus servicios al Estado a través de Instituciones como hospitales, escuelas, fuerzas de seguridad, por citar algunas y son los encargados de hacer llegar el servicio público a toda la comunidad, debiendo realizar sus tareas de la mejor manera con la finalidad de generar bienestar entre la sociedad.
Mucho sea debatido entre las posibles diferenciaciones entre un Servidor y un Funcionario Público; sin embargo, en una categoría Constitucional, a ambos los define un mismo tipo de relación laboral y salarial, así como un mismo tipo de obligaciones y cargas.
El Servidor Público, agrega, suele administrar recursos estatales que pertenecen a la sociedad, incluso sirven para el pago de sus sueldos, por lo que cuando una persona con un puesto de esta naturaleza comete delitos tales como la malversación de fondos o incurre en actos de corrupción, atenta en contra de la riqueza de la sociedad.
El hecho de manejar recursos públicos confiere una gran responsabilidad, por lo que el comportamiento de los servidores públicos debería ser intachable, incorruptible, de una gran calidad moral, independientemente de su sueldo, ya que la sociedad pretende confiar en su honestidad, lealtad y transparencia.
Es por ello, añadió, que los servidores públicos en el desempeño de sus funciones deben reunir no sólo las capacidades, aptitudes y el perfil académicamente apto, sino que deben de cumplir con una conducta correcta en el buen desempeño de sus funciones.
La supervisión de la conducta de los servidores públicos en ejercicio de su cargo, es un tema que desde siempre ha estado en la mira de la sociedad, ya que debe de existir honestidad en su actuar, pero penosamente en muchas ocasiones resulta ser todo lo contrario, pues la falta de responsabilidad ha llegado a actos lamentables y vergonzosos, tales como el hecho ocurrido recientemente en Guadalajara donde Policías atentaron contra de la vida de un ciudadano o como cuando expresidentes alcoholizados dirigieron discursos a los ciudadanos como en el caso de Calderón, de Peña Nieto y etc, etc y etc.
La principal característica de un servidor público, puntualizó, es que su tarea no está destinada a la actividad privada, sino al servicio de la sociedad, es decir los ciudadanos son quienes pagan su sueldo y, por lo mismo, tienen el derecho de exigir que estos cumplan a cabalidad sus responsabilidades y que estén en condiciones óptimas para desarrollarlas, así como exigir que su actuación esté sujeta a diversos reglamentos y normativas.
Indicó que el uso y abuso de sustancias adictivas constituye un complejo fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud individual, en la integración familiar y en el desarrollo y la estabilidad social.
Mencionó que en un estudio multinacional coordinado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el desarrollo de un programa para la prevención del abuso de alcohol y drogas entre los trabajadores y sus familias, México participó a través de la SSA y dos de sus dependencias, el IMP y CONADIC.
El resultado arrojó que el alcohol y el tabaco fueron las principales sustancias consumidas por los trabajadores encuestados y, en cuanto a las drogas ilegales, la mariguana fue usada alguna vez por un 9.9%, mientras sólo el 1.2% reportó haber consumido cocaína e inhalables.
En otro trabajo sobre la población de trabajadores del IMSS, a través de encuestas entre 43,000 trabajadores de todas las categorías, en los diferentes turnos de atención y abarcando a las 37 delegaciones del Instituto, se encontró que 15.62% había consumido alguna vez drogas, excluyendo el alcohol y el tabaco; el 7.1% lo había hecho en el último año y el 1.84% en la última semana previa a la aplicación de la encuesta.
Subrayó que con esta iniciativa propone que los servidores y funcionarios públicos deban someterse a exámenes psicológicos y toxicológicos que permitan valorar si cuentan con una calidad de salud óptima para el desempeño de sus labores.
Y es que, destacó, los servicios que desempañan los trabajadores del sector público deben hacerlo para el bien de toda una sociedad y son los propios trabajadores del sector público quienes deben de atender en óptimas condiciones físicas y de salud a los ciudadanos.
El espíritu de esta iniciativa es evitar que a los ciudadanos se les dé una atención, por parte de los servidores públicos, en malas condiciones psicológicas o bajo los influjos del consumo de sustancias prohibidas, lo cual pone en riesgo la integridad de los ciudadanos.