ADEMÁS DE LA PORQUERÍA POLÍTICA Y ADMINISTRATIVA, AHORA LA BASURA INUNDA LAS TURÍSTICAS CALLES DEL MUNICIPIO
por: Alejandra Jiménez García
Quiroga, Mich; 10 de febrero de 2024.- Entre las muchas barbaridades que ha venido cometiendo el alcalde de Quiroga, Arturo Estrada Barriga, ahora la segunda ciudad más turística de la región lacustre, se encuentra hundida en la porquería, con basura por todas partes, generando fuertes focos de infección que ya están causando el repudio de habitantes y visitantes a la llamada capital de las carnitas.
Y es que una de las más desatinadas acciones de este gobierno, ha sido suspender el servicio de recolección que venían realizando camiones recolectores, para dar lugar a la “concesión” del servicio a una empresa privada, apercibiendo a los ciudadanos que dicha empresa operaría bajo una cooperación “voluntaria” por parte los usuarios, lo cuál no se ha cumplido.
Lo cierto es, que en la historia del municipio jamás los quiroguenses habían vivido tal afectación, nunca un gobierno fue tan negligente para declararse incompetente ante un servicio que debe ser prioridad en la operatividad del órgano municipal, cuyos recursos nadie sabe a donde es que han destinado al grado de no poder habilitar o adquirir las unidades necesarias para el servicio de recolección.
Residentes y visitantes se encuentran a cada paso con montones de basura que la fauna local se encarga de esparcir generando una fetidez incontrolable y causando el disgusto de los cientos de turistas que a diario visitan esta cabecera.
Ha sido tal la incapacidad de Estrada Barriga, que ha sido señalado por cometer tremendas barrabasadas como tirarse en plena calle para mostrar a los ciudadanos cómo termina sus jornadas ¡exhausto de cansancio!, o como cuando se contrató personal no capacitado para realizar campaña de esterilización en la que murieron decenas de mascotas, gracias a su intento de ahorrar el pago de veterinarios calificados; o cuando se disfrazó de super héroe pretendiendo con ello conquistar la simpatía del pueblo, que ve con desánimo el ridículo del que son objeto sus “autoridades”.
El hartazgo ciudadano es tal, que ya se organizan los vecinos de la cabecera municipal y las comunidades, para verter en palacio municipal e incluso en la casa del propio alcalde la basura que por semanas no se ha recolectado.