Presentó la iniciativa que reforma diversos aspectos de la Ley de Protección Integral a las Personas Adultas Mayores del Estado
Morelia; Michoacán a 6 de julio de 2018.- Como representantes populares tenemos la obligación de cerciorarnos de que nuestras leyes no discriminen a las personas por su edad, salud, orientación sexual y su identidad de género; a la par es necesario trabajar en políticas de sensibilización y de prevención que logren garantizar mejores condiciones sociales y de salud para los adultos mayores.
Así lo afirmó el diputado priísta, Roberto Maldonado Hinojosa, quien presentó la iniciativa para reformar la fracción II y adicionar la fracción XIII del artículo 2, así como la fracción VII del artículo 8 de la Ley de Protección Integral a las Personas Adultas Mayores del Estado de Michoacán de Ocampo.
En su propuesta señala que la orientación sexual también se debe tomar en cuenta para lograr dar una atención integral a los adultos mayores, es decir que no solo es necesario satisfacer sus necesidades físicas, materiales, biológicas, emocionales, sociales, laborales, culturales, recreativas, productivas y espirituales de las personas adultas mayores con el fin de facilitarles una vejez plena y sana, sino que también se deben considerar sus hábitos, capacidades funcionales, usos, costumbres, preferencias y orientación sexual e identidad de género.
A la par estipula que toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, talla pequeña, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, orientación sexual e identidad de género, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas será considerada discriminación.
“Para considerar, las condiciones de salud de la población adulta mayor y su paulatino deterioro natural por la edad o por causa de enfermedades crónico-degenerativas o discapacidad, representan un gran reto para los sistemas de salud, por lo que se requiere del diseño e instrumentación de políticas públicas y programas específicos para su cuidado y atención, que tomen en cuenta las diferencias entre mujeres, hombres y población LGBTI, lo mismo que las crecientes necesidades de cuidado y servicios de salud, en un marco de corresponsabilidad que involucre a diversos actores sociales”, concluyó.