Morelia, Michoacán, a 18 de febrero de 2017.- Ante las condiciones climáticas que han provocado la predisposición de los combustibles forestales a condiciones de ignición, las autoridades del sector ambiental y agropecuario de Michoacán están alertas para el cuidado de las regiones boscosas de la entidad.
El director de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (Cofom), Roberto Pérez Medrano, informó lo anterior e indicó que previo al comienzo de la temporada de estiaje de este 2017, a través del Mando Unificado continúan delineándose, programando y afinando las acciones para prevenir y enfrentar los incendios forestales.
La República Mexicana se encuentra en la etapa final del fenómeno de La Niña Débil, lo cual podría favorecer temperaturas sobre el promedio y precipitaciones por debajo de la media, provocando que la temporada de incendios sea cercana, detalló.
Esta situación, apuntó, “nos lleva a estrechar la coordinación del Programa Estatal de Prevención y Combate de Incendios Forestales de este año, en el que tomaran parte las dependencias federales, estatales y municipales;Ejército, productores, organizaciones sociales, silvicultores, prestadores de servicios, corporaciones de auxilio y socorro, entre otras”.
Asimismo, dijo que derivado de la temporada de incendios forestales del 2016, la Profepa lleva 22 siniestros con seguimiento legal para deslindar responsabilidades sobre la presencia del fuego en las diversas regiones de Michoacán.
El titular de la Cofom resaltó que además de fortalecer la coordinación interinstitucional se trabaja en el seguimiento a la integración y operación de los Centros Intermunicipales de Uruapan y Coalcomán, además de los de Zamora y Pátzcuaro, y el Estatal que opera en Morelia.
En este sentido, Pérez Medrano hizo notar que en Michoacán la estructura operativa de atención a los incendios forestales se opera bajo un Mando Unificado conformado por la Semarnat, Conafor, Profepa, Conanp, Semarnacc, ProAm y Protección Civil, en donde se verifican los puntos de calor vía satélite y el monitoreo de las condiciones atmosféricas para definir índices de riesgo y la toma de decisiones.
Además, se recibe y procesa la información durante el control de incendios y se genera información diaria, semanal y mensual sobre el comportamiento de la temporada de estiaje.