Por Roberto Carlos Guevara
Morelia Michoacán a 3 de marzo de 2019.- Aunque todavía faltan algunos meses para abrir las puertas a los aspirantes al gobierno del estado para la elección del 2021, en la genética de Carlos Torres Piña hay una evolución prematura.
El ácido desoxirribonucleico (ADN) en sus cromosomas está trabajando para evolucionar del PRD a MORENA y crear una nueva especie de político inmune a la ideología partidista para trocarse en un individuo camaleónico que ni Mendel pudo imaginar.
Aunque con ese fin ya se han hecho algunos experimentos fallidos que dieron como resultado mutantes como Cristóbal Arias Solís, Raúl Morón Orozco y Cristina Portillo Ayala, por citar algunos, Torres Piña tendrá que trabajar mucho en el laboratorio para que el ácido ribonucleico no lleve un mal mensaje y termine siendo peor que los mutantes mencionados.
No está por demás mencionar que ADN perredista (Alternativa Democrática Nacional) no es una especie que garantice pureza ideológica por lo que no se puede esperar, de ellos, una esperanza real de cambio y, por lo mismo, la mutación puede caer en la involución.
No existe la generación espontánea, y menos en la política, por lo que la corriente ADN, con Carlos Torres Piña a la cabeza, no puede, de la noche a la mañana, asumirse como Morenista, eso es oportunismo.
Veremos qué pasa con su ADN político.