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Acoso sexual, una catedra más en la Universidad Michoacana

Morelia Michoacán  a 10 de febrero del 2017.- Aunque pareciera tabú, la realidad es que en la Universidad Michoacana el acoso sexual escolar existe y pudiera considerarse como una catedra a la que asisten maestros y alumnos por igual.

Tzitziqui Noyrette Peña Belmonte de formación filósofa, consultora nacional en perspectiva de género y Coach de Vida, comentó que después de trabajar 25 años con y para las mujeres llegó a la conclusión de que lo que las féminas necesitan es salud mental desde las herramientas de la inteligencia emocional.

Una mujer que trabaja sobre su salud mental, sobre la gestión de sus emociones, es una  mujer con autoestima positiva, que está en vías de ser empoderada, que va a defender sus derechos, que va a ser asertiva en sus planteamientos y va a tener claro hacia dónde va y sabrá defender sus derechos humanos.

Dijo que no le gustan los términos de mujeres utilizadas, de hombres utilizados, porque eso es restarles inteligencia y la facultad de decidir ser oprimidos o no.

Mencionó que hay mujeres que son violentadas psicológica y emocionalmente y eso las hace proclives a ser utilizadas y reiteró que el cambio va a estar en la atención a la salud mental y emocional “desde nosotras mismas”.

La mujer en todos los sectores sociales sufre la desigualdad, pero no es lo único que enfrenta y en el ámbito estudiantil priva el acoso sexual.

Peña Belmonte, al respecto, dice entender esa parte de una chica intimidada por un profesor o un chico intimidado por una profesora, “que también se da”.

Esto, subrayó, pareciera ser como un tabú, porque también hay profesores y profesoras intimidados y acosados sexualmente por alumnos y alumnas.

Seguramente a esos profesores y profesoras que abusan de su poder con malas intenciones, les hacen falta algunos tallercitos de desarrollo humano, de valores y de lo que dignifica nuestra condición humana.

Lamentablemente esa situación prevalece en la Universidad Michoacana que debería ser un punto de referencia sobre la dignidad, porque en las escuelas privadas se tiene un control mucho mayor.

Sin embargo, dice, puedes encontrar maestros que dan clases en la Universidad Michoacana y se portan de  una manera y ese mismo profesor imparte clases en la Uvaq, por ejemplo, y aquí se comporta de una manera totalmente diferente.

Se le comenta que hay maestros que también son violentados; hay maestras que tienen relaciones con maestros, procrean un hijo y existe la demanda, y luego van con otro maestro, procrean otro hijo, y existe otra demanda.

“Si claro, y viven de esto esas mujeres, entonces dime tú si son vulnerables, si son pobres víctimas, claro que no; cuántas alumnas terminan siendo maestras de las facultades porque le echaron el ojo al adecuado, entonces eso me parece hasta un tabú”.

El silencio te hace cómplice

Pidió a quienes han padecido o padecen esa situación que se atrevan a denunciar y ejemplificó con una campaña al interior de la Facultad de Derecho encaminada a la  prevención del acoso sexual escolar.

“Atrévete a denunciar”, “si te callas eres cómplice” formaron parte de las consignas de ese programa y es que si callas “el profesor o la profesora que no pudo contigo lo va a intentar con alguien más y eso nos hace cómplices a todos”.

“El silencio nos hace cómplices” y en términos de poder, puntualizó, no puede ocultarse la prevalencia varonil, “hablamos de que el director, el rector, los maestros, la gran parte de la plantilla docente son profesores varones, el Consejo”.

Entonces, subrayó, procede “levantar la voz, no ser cómplices del silencio, aunque sepamos que eso lleva costos”.

Se le pregunta su opinión sobre los maestros que abusan de las estudiantes, las amedrentan, pero ocurre que algunas se dejan, algunas denuncian y a algunas les gusta; “exacto”, responde.

“A veces se nos olvida que muchos de los académicos, añade, son muy buenos haciendo lo que hacen, pero de desarrollo humano, inteligencia emocional y autoestima positiva sana, no saben nada”.

Superar eso, reitera, está en la autoestima, la base son los valores positivos y, sin duda, no solamente pensando en el ámbito académico, que debería ser una referencia importante de dignificación, sino en toda la sociedad porque México está inmerso en una crisis de valores.

Trabajo sexual, relaciones consensuadas y acoso sexual en CU

Para Raúl Martinez la situación en la Universidad Michoacana es muy complicada porque, dice, entre lo que es el trabajo sexual, las relaciones consensuadas y el acoso sexual en esa institución educativa es una constante.

Refiere que un grupo de chicas está denunciando el acoso sexual al interior de la Universidad Michoacana y, “si no me equivoco”, hay una denuncia, un proceso penal, en contra de un maestro que ha estado hostigando a varias alumnas.

El trabajo sexual, afirma, en Ciudad Universitaria, en la mayoría de los casos ocurre para sostener los estudios, tanto dentro como fuera de las instalaciones. En el exterior hay chicos que hacen trabajo sexual para sostener sus carreras.

“A través de redes sociales nos damos cuenta de cómo ofrecen sus servicios, por cien por doscientos pesos” y rememora que hace algún tiempo había una página en Facebook “donde jóvenes ofrecían sus servicios a mujeres mayores, se daba la cita en algún salón; esto es la parte consensuada”.

Puntualiza que en la época de Salvador Jara Guerrero como rector, había una página de Facebook muy directa, ‘encuentro sexual en CU’, y la gente ya ponía lo que quería “soy hombre y busco hombre”, y hacían la cita, “era una constante; es lo bueno o lo malo de las redes sociales”.

Aclara que no porque exista el trabajo sexual y las relaciones consensuadas al interior de la Universidad Michoacana signifique que todos estén dispuestos a ello, pero esto da pie al acoso y ahora pareciera que “todos estamos obligados a caer y en esa relación maestro-alumno se pretende imponer la calificación a partir del acoso, de la práctica sexual”.

Recién entrado Medardo Serna González, desde rectoría les impidieron hacer una campaña para promover el uso del condón, la cual estaba sustentada en la alta incidencia de enfermedades de transmisión sexual y el incremento de embarazos.

La denuncia, vital para detener el acoso

Recuerda que el acoso sexual inicialmente se reportó en las ingenierías y ahora se habla de las facultades de Derecho, Contabilidad, Filosofía o Historia, pero mientras no exista la denuncia poco o nada se puede hacer para detener esa situación.

El problema es, resalta, “que no documentamos nada y hay que señalar al maestro, al alumno, al empleado, pues la autoridad difícilmente va a poder hacer algo”.

Indica que al interior de la Universidad Michoacana hay una unidad de Derechos Humanos de la que, cita, formaron parte, entre otros, el doctor en Derecho Jorge Álvarez Banderas y Teresa Lagunas, “no sé cómo trabaje esa unidad, pero me parece que le ha faltado fuerza”.

Consideró que la Universidad Michoacana está ante la oportunidad histórica de cambiar el modo de hacer las cosas, en sus cien años de fundación debe replantearse el qué haces y qué hacer, debe abrirse a los nuevos escenarios, comprometerse con las causas sociales más allá del prejuicio.

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